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Los 10 mitos sobre perros mas comunes

1.- Los perros tienen visión monocromática

A diferencia de lo que la gente cree, los perros sí ven más allá de blanco y negro. Aunque no son capaces de distinguir entre una gama amplia de colores, pueden admirar los colores puros como rojos, azul y amarillo, entre otros.

2.- Un año humano equivale a siete años perros

Calcular la edad de un perro para equipararla a la edad humana no es tan sencillo como se cree. Y es que lo cierto es que no existe una fórmula exacta, porque depende de cada especie en concreto.

Así, la edad de un can varía de acuerdo a su tamaño, raza y desarrollo. En internet existen calculadoras digitales, que pueden dar datos más o menos precisos sobre la edad de los perros.

3.-Comer huesos fortalece su dentadura

Siempre se ha dicho que dar de comer huesos a los perros es bueno. Esto es porque muchos lo asocian con que mantienen afilados sus dientes, además de que los limpia.

Sin embargo, los huesos pueden ser nocivos para la salud de un perro. Al astillarlos e ingerirlos pueden causar daños dentro del organismo, como es el caso de perforaciones de intestino, cortes en la lengua o atragantamiento.

4.-La hierba ayuda a purgar a los perros

Si bien es común ver perros comiendo pasto, esto no es del todo recomendable. La hierba es un compuesto vegetal que no puede ser digerido por los canes, lo que produce vómitos e irritación de la mucosa intestinal.

Algunos canes ingieren hierba para inducir el vómito y calmar el dolor de estómago, pero está totalmente contraindicado. Ante una obstrucción intestinal, lo mejor es acudir al veterinario para que recete el tratamiento indicado.

5.-Si los perros se arrastran es porque tienen parásitos

Aunque los parásitos causan comezón en el ano, no necesariamente puede ser la causa de que el perro se arrastre. Algunas veces, después de defecar, los restos de heces se secan alrededor del ano y ello causa picazón. Una manera de limpiar esa área y calmar la comezón, es arrastrándose por la grama o tierra.

6.-Las razas puras son más saludables

No existe ningún antecedente o condición que afirme este mito. La salud de un perro no está asociada a la pureza de su raza, sino a otros muchos factores que hay que analizar; lo que sí es cierto es que algunas razas son más propensas a ciertas enfermedades.

7.-La agresividad en los perros se debe a la raza

Es cierto que hay perros con más carácter que otros, pero la personalidad del can está definida por la crianza recibida. Por ejemplo, a los Pitbulls se le considera una raza de perros agresiva; pero esto será así si su dueño lo entrena para pelear o atacar a otras especies, o si ha sido un perro maltratado durante su infancia.

Otro mito en relación a los perros agresivos es que su mandíbula suele bloquearse después de una mordida, lo que tampoco es cierto. Depende del tamaño, de la raza y de otras peculiaridades del animal.

8.-Los perros curan sus heridas lamiéndolas

Lamer las heridas es una señal de dolor; el animal buscar calmar el malestar o picazón, y para ello se lamen. Sin embargo, esto puede ser contraproducente en la recuperación.

La boca contiene gran cantidad de bacterias que podrían infectar una herida. Además, humedecerla constantemente evita que cicatrice, así que lo ideal es evitar y prevenir este comportamiento en el animal.

9.-No se debe esterilizar a una perra antes de su primera camada

Muchos expertos aseguran que no hace falta esperar a un primer parto para esterilizar a una perra. La gestación en los animales es más un tema más instintivo que emocional. Por estas razones, la perra no se sentirá deprimida si no es madre.

10.- Los perros adoran ser abrazados

Lo cierto es que los perros se sienten amenazados cuando son abrazados. En este sentido, es preferible acariciarlos para demostrarles afecto, de manera que se sentirán mucho cómodos.

Conclusiones sobre estos mitos sobre perros

Es importante aclarar y buscar explicación a los mitos. De esa forma, se evitará poner en riesgo la salud de una mascota por una mala decisión tomada, producto de una creencia. Ante cualquier duda o rumor, lo recomendable es aclarar el asunto con el veterinario.